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8 de septiembre de 2009

CHIAPAS: El Museo de la Selva; Proyecto galan, no museito


Marco A. Orozco Zuarth

Presidente del Consejo Consultivo de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas, A.C.
Hace tres años me invitaron a dar una conferencia en Ocosingo. El evento fue organizado por el Museo de Sitio de Toniná, cuya directora es muy entusiasta. El tema debería ser de interés de la comunidad, sobre todo del sector turístico y empresarial.

Fue así como expuse algunas ventajas comparativas que tenía la ciudad de Ocosingo, en cuanto a ser un lugar de paso entre los estados de Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, y Centroamérica. Esta ventaja podría aprovecharse en el sector servicios, considerando el espléndido clima que tiene la ciudad. Aunque este atributo quedaría anulado por la autopista que fue proyectada en el Plan Puebla Panamá, que pretendía unir a la Península directamente con Guatemala, la cual atravesaría el Petén. A la fecha no se ha hablado más del tema y esperamos que con la crisis se haya olvidado el proyecto, amén de que este plan ya se olvidó (al menos de nombre).

Otro aspecto importante a desarrollar es el ecoturismo y el turismo cultural, pues el hecho de ser el portal de la Selva Lacandona representa grandes oportunidades; además de la producción del queso. No obstante, lo anterior había que buscar algo diferente que fuese de gran atracción turística.

Los problemas más graves que afectan a la región eran y siguen siendo la inseguridad y el pésimo estado de las carreteras. El segundo problema, quedaría solucionado con la noticia de la construcción de la autopista San Cristóbal-Palenque; aunque el trazo no pasaría por Ocosingo, habría que proponer un ramal de la autopista hasta la ciudad con prolongación a la zona arqueológica. Ya que el trazo es similar al de la ruta colonial que partía de Ciudad Real (Chiapas) a Campeche y pasaba por Yajalón y Palenque.

El planteamiento estratégico que hice les pareció interesante, muchos se quedaron con la inquietud y se comentó también la necesidad de la educación y cultura turística. Quedaron en invitarme nuevamente.

Al año siguiente regresé, invitado por el grupo de Promotores Independientes de la Cultura y las Artes, que encabeza Roberto Fuentes y que organizaba por vez primera el Congreso de Mayálogos (que no mayatólogos, ¡ojo!); el evento resultaba atractivo porque era una acto de ciudadanizar las zonas arqueológicas, apropiándonos por un momento de ellas.

En este evento, una de las conclusiones interesantes fue la de cuestionar el nombre que se le da al conjunto de edificios de nuestros antepasados; es decir, “zona arqueológica”; al margen de la preservación, también son zonas históricas, ecológicas, literarias, etc.

Es decir, lo importante es que la comunidad las conozca, las disfrute y las aproveche, conservándola y estudiándola naturalmente, que es la función principal del INAH, y que no sean territorios exclusivos de arqueólogos. Sobre todo, hay que evitar el saqueo, robo y tráfico de piezas.

Pero resulta que, tanto en Ocosingo como en Palenque, en Comitán o en Chiapa de Corzo, la mayoría de la población desconoce sus zonas arqueológicas y por tanto una buena parte de su pasado.

En esta ocasión, Armando Molina Nango, promotor cultural nos invitó a su Café La Habana, para presentar el libro del doctor Fernán Pavía, Chiapas y Guatemala en documento indígena prehispánico y el de Porfirio Morison, Historia de la Aviación en Chiapas. Cuál fue nuestra sorpresa al encontrar a un carrito de sonido anunciando el evento por las calles de Ocosingo. Como usted lo oye, no decía: ¡Naranjas! ¡Naranjas!, ni ¡Mojarra y camarón fresco! o “Se participa del sensible fallecimiento de don o doña fulana de tal”. No, la grabación decía: “El Café La Habana de Ocosingo, se complace en invitar al público en general a la presentación de los libros...”.

Buen medio de difusión que tiene Molina Nango, ya que por la noche el café estuvo a reventar y los asistentes estuvieron muy complacidos de que hubiera eventos culturales, los cuales ya son continuos en este lugar. Además, el café es exquisito por las mezclas que hace nuestro amigo con gran sabiduría, pues en la taza se conjugan el sabor, olor, cuerpo y color. Esto no es comercial, es una “ayudadita”, ya que la promotoría cultural que ahí se hace no recibe subsidios oficiales, ni son tan rentables que digamos.

En ese evento estaba Ramón Catarino Trujillo, joven profesionista y empresario que conoce y ama a su municipio con gran emoción. Dos años después nos encontramos con él nuevamente, pues acudió un martes a la reunión de cronistas con su nombramiento oficial.

Recordemos que a raíz del decreto que reformó la Ley Orgánica Municipal, apoyado por el gobernador Juan Sabines Guerrero y aprobado por el Congreso del Estado el 8 de agosto del 2008, los municipios tienen la obligación de nombrar a su cronista y a su Consejo de la Crónica Municipal, lo cual, por cierto pocos han cumplido, así que la mayoría está fuera de la ley, excusándose de no tener recursos, cuando todos sabemos que no es así. Bueno pero ese es otro asunto que más adelante vamos a tratar, porque hasta ahorita no hemos hablado del mentado Museo de la Selva, lo que ha de haber llamado su atención y por eso está leyendo esta crónica.

Bueno, le diré que del Museo de la Selva hay poco de que hablar, porque además ya se está terminando el espacio que me dan aquí. Se trata de una propuesta que nació allá en Saltillo, en el Congreso de Cronistas y el cual podría ser el detonador que estábamos buscando hace tres años en la conferencia del Museo de Toniná.

Sí, se trata de una propuesta que nos comprometimos a impulsar, luego de conocer el Museo del Desierto que es todo un éxito, turísticamente hablando. Pues allá afirmé que aquí en Chiapas podría tener un hermano y sería el Museo de la Selva.

Hasta ahora es sólo una idea, una propuesta de la cual reclamo su autoría, pues salió publicada en varios diarios del país, incluso nos entrevistaron a mi y a Catarino en la televisión coahuilense. Digo que reclamo su autoría, porque justo y legal es reconocer lo que es creación y esta propuesta lo es, pues es producto de conocimientos previos (know how o background dirían los del Tec).

El proyecto debe ser de todos los interesados, sobre todo de los ocosinguenses, quienes serían los principales beneficiados. Se trata de un megaproyecto en el que deben intervenir varias dependencias, empresas, consultorías; no se trata de un museíto más, ni “chamarrear” la idea. Hay que ser objetivos, el turismo no va a los museos ni a las zonas arqueológicas, si no existen los servicios que requiere. Por eso, es que en este proyecto, debe imperar el criterio de turismo cultural, no el arqueológico, antropológico, educativo, científico u otros que son más bien confluentes; pues se trata de un proyecto estratégico de desarrollo económico, que debe ser rentable y sustentable.

Por ejemplo, el Zoomat, su función primaria fue y lo debe seguir siendo la preservación y estudios de las especies nativas de Chiapas; así lo concibió don Miguel Álvarez del Toro; tiene además una función turística, pero secundaria. El MUCH es un proyecto educativo-científico para los niños y jóvenes chiapanecos; tampoco es un proyecto turístico.

Así pues, el Museo de la Selva, debe verse con una perspectiva de integrarse a los circuitos de Palenque y San Cristóbal que están en los canales del turismo nacional e internacional.

El aspecto ecológico es primordial, pues se trata de una zona de preservación y esto hará atractivo el proyecto a organismos internacionales interesados en el medio ambiente; además del turismo extranjero que vendría a conocer lo que es una selva, que es la idea que le venden y por eso viene.

Considero que este es un gran proyecto para la zona y para Chiapas y que hoy tenemos la oportunidad histórica de desarrollarlo, pues tenemos un gobernador entusiasta en este tipo de propuestas que implican la consolidación del desarrollo en una perspectiva de mediano plazo. ¡Es pues un proyecto galán y no un museiiíto, como diría mi abuelita!

La propuesta está abierta, habrá que evaluarla, insertarla con otros proyectos para determinar su viabilidad, tener el apoyo de la autoridad municipal, en fin todo lo que requiere un proyecto de este tipo.

¡El otro lunes, hay me leen otro uno!

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Villaflores......Tan rial

Villaflores......Tan rial
Mejor que nunca.........