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29 de octubre de 2008

Villaflores: Dia de Muertos, Tradicion casi sepultada


La muerte es el destino inexorable de toda vida humana y es natural que nos asuste y angustie su realidad, sobre todo cuando vemos de cerca el peligro de morir o cuando afecta a nuestros seres queridos.



Este reportaje esta dedicado a la celebración del Día de Muertos y tiene el propósito de acercar a niños y adultos con la idea de la muerte, para que la vayan aceptando como parte inevitable de la vida humana, conocer cómo algunas culturas antiguas también hacían ritos sobre la muerte; y fortalecer el carácter desde el punto de vista religioso.



Además, espero pueda ayudar a entender mejor la sensibilidad mexicana, nuestra manera tan particular entender y dar sentido a la celebración del Día de Muertos. Más que el hecho de morir, importa más lo que sigue al morir. Ese otro mundo sobre el que hacemos representaciones, costumbres y tradiciones que se convierten en culturas, todas de igual importancia, pues ante el camino desconocido que la muerte nos señala, sólo es posible imaginarla con símbolos.


En las culturas antiguas como la China y Egipcia el culto a los muertos es un símbolo de unidad familiar, les rendían culto construyendo templos y pirámides, en la cultura China por ejemplo, en los aniversarios, se quemaba incienso, se encendían candelas y colocaban ofrendas de alimentos sobre un altar. Eran los días en los que se recordaba las grandes deudas que se tenían con los antepasados, los antiguos egipcios creían que el individuo tenía dos espíritus.



Cuando fallece, uno va al más allá y el segundo queda vagando en el espacio, por lo que tiene necesidad de comer. Consideraban que este espíritu vivía en el cuerpo que ellos cuidadosamente habían embalsamado, de esta manera el espíritu podía seguir existiendo. Este espíritu era quien recibía las ofrendas.


DIA DE MUERTOS EN LA ANTIGUEDAD


La fiesta de muertos está vinculada con el calendario agrícola prehispánico, porque es la única fiesta que se celebraba cuando iniciaba la recolección o cosecha. Es decir, es el primer gran banquete después de la temporada de escasez de los meses anteriores y que se compartía hasta con los muertos, en la cultura Náhuatl se consideraba que el destino del hombre era perecer.


Este concepto se detecta en los escritos que sobre esa época se tienen. Por ejemplo, existe un poema del rey y poeta Netzahualcóyotl (1391-1472):


Somos mortales / todos habremos de irnos, / todos habremos de morir en la tierra... / Como una pintura, / todos iremos borrando. / Como una flor, / nos iremos secando / aquí sobre la tierra... / Meditadlo, señores águilas y tigres, / aunque fuerais de jade, / aunque fuerais de oro, / también allá iréis / al lugar de los descansos. / Tendremos que despertar, / nadie habrá de quedar.


Este sentimiento de la representación del destino se debe entender en el sentido de que el pueblo azteca se concebían como soldados del Sol, cuyos ritos contribuían a fortalecer al Sol-Tonatiuh en su combate divino contra las estrellas, símbolos del mal y de la noche o de la oscuridad. Los aztecas ofrecían sacrificios a sus dioses y, en justa retribución, éstos derramaban sobre la humanidad la luz o el día y la lluvia para hacer crecer la vida. El culto a la muerte es uno de los elementos básicos de la religión de los antiguos mexicanos. Creían que la muerte y la vida constituyen una unidad.


Para los pueblos prehispánicos la muerte no es el fin de la existencia, es un camino de transición hacia algo mejor.


Esto salta a la vista en los símbolos que encontramos en su arquitectura, escultura y cerámicas, así como en los cantos poéticos donde se evidencia el dolor y la angustia que provoca el paso a la muerte, al Mictlán, lugar de los muertos o descarnados que esperan como destino más benigno los paraísos del Tlalocan.


Los aztecas dividían el tiempo en siglos de 52 años. Al final de cada ciclo, celebraban una ceremonia llamada "la atadura de los años". En la escultura, cada ciclo está representado por un "atado de cañas". Este atado esculpido en piedra simboliza el fin de un cliclo azteca.
Mictlantecuhtli era el dios de los muertos. Los que morían de muerte natural iban al "Mictlan"


Los habitantes de mesoamérica creían que después de morir, continuarían viviendo en otro modo. los muertos eran enterrados con toda case de objetos que pudieran serles útil en su viaje al Mictlan.


El sacrificio de muerte no es un propósito personal; la muerte se justifica en el bien colectivo, la continuidad de la creación; importa la salud del mundo y no entraña la salvación individual. Los muertos desaparecen para volver al mundo de las sombras, para fundirse al aire, al fuego y a la tierra; regresa a la esencia que anima el universo.


Los sacrificios humanos se consideran como el tributo que los pueblos vencedores pagaban a sus dioses, y ellos a su vez alimentaban la vida del universo y a su sociedad. Por otro lado, cuando alguien moría, organizaban fiestas para ayudar al espíritu en su camino.


Como en la antigua cultura egipcia, los antiguos mexicanos enterraban a sus muertos envueltos en un "petate", les ponían comida para cuando sintieran hambre, ya que su viaje por el Chignahuapan (del náhuatl: nueva apan, en el río; o "sobre los nueve ríos"), parecido al purgatorio, era muy difícil de transitar porque encontrarían lugares fríos y calurosos.


LA CELEBRACION EN LA ACTUALIDAD EN MEXICO


Esta celebración conserva mucha de la influencia prehispánica del culto a los muertos, las encontramos en Tláhuac, Xochimilco y Mixquic, lugares cercanos a la ciudad de México. En el estado de Michoacán las ceremonias más importantes son las de los indios purépechas del famoso lago de Pátzcuaro, especialmente en la isla de Janitzio. Igualmente importantes son las ceremonias que se hacen en poblados del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y en Cuetzalán, Puebla.


Sobre sus altares encienden velas de cera, queman incienso en bracerillos de barro cocido, colocan imágenes cristianas: un crucifijo y la virgen de Guadalupe. Ponen retratos de sus seres fallecidos. En platos de barro cocido se colocan los alimentos, estos son productos que generalmente ahí se consumen, platillos propios de la región. Bebidas embriagantes o vasos con agua, jugos de frutas, panes de muerto, adornados con azúcar roja que simula la sangre. Galletas, frutas de horno y dulces hechos con calabaza.


SENTIDO MEXICANO DE LA MUERTE


En el México contemporáneo tenemos un sentimiento especial ante el fenómeno natural que es la muerte y el dolor que nos produce. La muerte es como un espejo que refleja la forma en que hemos vivido y nuestro arrepentimiento.


Cuando la muerte llega, nos ilumina la vida. Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo la vida, "dime como mueres y te diré como eres". Haciendo una confrontación de los cultos prehispánicos y la religión cristiana, se sostiene que la muerte no es el fin natural de la vida, sino fase de un ciclo infinito. Vida, muerte y resurrección son los estadios del proceso que nos enseña la religión Cristiana. De acuerdo con el concepto prehispánico de la muerte, el sacrificio de la muerte -el acto de morir- es el acceder al proceso creador que da la vida.


El cuerpo muere y el espíritu es entregado a Dios (a los dioses) como la deuda contraída por habernos dado la vida.Pero el cristianismo modifica el sacrificio de la muerte. La muerte y la salvación se vuelven personales, para los cristianos el individuo es el que cuenta. Las creencias vuelven a unirse en cuanto que la vida sólo se justifica y trasciende cuando se realiza en la muerte.


La creencia de la muerte es el fin inevitable de un proceso natural. Lo vemos todos los días, las flores nacen y después mueren. Los animales nacen y después mueren. Nosotros nacemos, crecemos, nos reproducimos en nuestros hijos, después nos hacemos viejos y morimos. A menudo en un accidente perdemos a nuestros seres queridos, un amigo, un hijo o un hermano.Es un hecho que la muerte existe, pero nadie piensa en su propia muerte.


En las culturas contemporáneas la "muerte" es una palabra que no se pronuncia. Los mexicanos tampoco pensamos en nuestra propia muerte, pero no le tenemos miedo porque la fe religiosa nos da la fuerza para reconocerla y porque quizas también somos un poco indiferentes a la vida, supongo que así es como nos justificamos. El desprecio, el miedo y el dolor que sentimos hacia la muerte se unen al culto que le profesamos.


Es decir, que la muerte puede ser una venganza a la vida, porque nos libera de aquellas vanidades con las que vivimos y nos convierte, al final, a todos por igual en lo que somos, un montón de huesos. Entonces la muerte se vuelve jocosa e irónica, la llamamos "calaca", "huesuda", "dentona", la "flaca", la "parca".


Al hecho de morir de damos definiciones como "petatearse", "estirar la pata", "pelarse" morirse. Estas expresiones son permiten jugar y en tono de burla hacer refranes y versos. En nuestros juegos está presente con las calaveritas de azúcar o recortes de papel, esqueletos coloridos, piñatas de esqueletos, títeres de esqueletos y cuando hacemos dibujos en caricaturas o historietas.

DIA DE MUERTOS EN CHIAPAS


Los mayas, zoques y chiapanecas, que conforman la actual cultura de Chiapas, ya honraban y rendían culto a sus muertos desde la antigüedad. Es decir, la mayoría de los pueblos indios de Chiapas rendían culto a la muerte, a la Santísima Muerte. Los indios llevaban ofrendas a sus difuntos alumbrados con teas encendidas, alzando los brazos les ofrecían alimentos y bebidas, e inciensos. Con la llegada de la conquista española (1524-1528) y posterior colonización (1528-1560), más la evangelización de los indios en la fe católica, surgieron las festejos a los muertos y los altares de las ofrendas modernas.


En el siglo IX el Papa Gregorio IV hizo oficial el festejo de los difuntos para recordarlos y honrarlos.

Para los indígenas chiapanecos no existía, dentro de su cosmovisión, el término Moira; solamente la concepción de “sueño temporal” (muerte chiquita) y “sueño eterno (muerte grande). En términos generales, puede decirse que los tres grupos étnicos de Chiapas de origen maya, zoque y chiapaneca festejan más o menos igual a sus muertos.

Las únicas diferencias son las geográficas o de forma. En algunos pueblos los altares lo constituyen las propias tumbas; y en otros, se construyen altares tomando como base la mesa dedicada a los santos.

De acuerdo con las tradiciones y costumbre, étnicas y populares, los seres vivos esperan con ansia los días 1 y 2 de noviembre de cada año para honrar con ofrendas, altares y oraciones, a las almas chicas y grandes (ánimas) que vienen a visitar a sus familiares.


Las almas chicas llegan a las doce horas del día 31 de octubre y se retiran a las doce horas del día primero de noviembre; hora y fecha en que llegan las almas grandes, para retirarse el día 2.


¿Qué conmemoramos el 1 de noviembre de cada año? El “Día de Todos los Santos” (la llegada de las almitas).


¿Qué conmemoramos el día 2 de noviembre? El “Día de Muertos” (la llegada de las almas grandes).


En Municipios indigenas, por citar alguno, San Juan Chamula, el 1 de noviembre de cada año, las almas de los fallecidos visitan las casas de sus familiares. La fiesta de Todos los Santos o K'in Anima, es una antigua tradición heredada de los mayas que hoy en día se entrelaza con las costumbres religiosas de Chiapas y de mexico, Una de las tradiciones más importantes en que todos los familiares llaman a sus difuntos y los invitan a disfrutar de una fiesta terrenal en su honor, y al final los despiden para que regresen al lugar de las almas, el K'atin Bak, o lugar de los huesos ardientes.


La celebración, que perdura en los corazones de quienes aún creen en las enseñanzas de sus ancestros, toma lugar en casas, en el panteón y en la iglesia. Al manacer del 1 de noviembre los chamulas colocan la comida en orden y de acuerdo al número de difuntos que esperen.


Después acuden al panteón a invitar a sus almas a la fiesta, pero antes tocan tres veces la campana de la iglesia del santo patrón San Juan. La tradición dura dos días: el primero, cuando llaman y reciben a los muertos, y el segundo, cuando regresan al K'atin Bak, pero desde mediados de octubre la gente se prepara y adquiere los elementos necesarios para recibir a sus difuntos con todo el honor y la devoción que se merecen.


La comida juega un papel importantísimo dentro de la ofrenda: la carne de res ahumada, frijol, maíz, tortillas, chayotes y pan son los elementos más demandados cuando se trata de complacer el paladar de sus familiares fallecidos. Estos alimentos se ponen en los altares y en las tumbas, para que el día primero en la noche, cuando las almas llegan, se deleiten con los platillos que acostumbraban comer en vida.


TRADICION EN LA FRAYLESCA

En nuestra region aun cuando no se cuenta con raizes profundas en cuanto a la celebracion del dia de muertos, al igual que muchos pueblos de Mexico, se adoptaron desde hace varias decadas algunas costumbres de los zoques y de la gente de Chiapa de Corzo con sus variantes y sus propias adaptaciones regionales, por ejemplo, en Vilaflores y Villacorzo, es tradicional preparar con anticipacion al dia de muertos los clasicos tamales, mole, chipilin, bola, cambray y toro pinto, pollo en mole, estofado de res, caldo de res, bolitas de chipilín, etc. Bebidas; pozol blanco y de cacao, café, chocolate, atole agrio, granillo, de masa o de elote, vino, agua, tequila, mistela, temperante, pulque, tepache, taberna, Dulces; suspiros, calabaza en dulce, melcocha (de azúcar blanca y de panela), puxinú (palomitas con dulce), turrones, dulces de manzanilla, caballito, gaznate, Panes; pan de muerto, turrón, cocadas, Marquesote, cazueleja, tortitas, rosquillas, pan de muerto (sin manteca y sin levadura), Frutas: naranja, caña, mandarina, plátanos, papaya, melón, grandilla, lima calabaza, camote, etc. Golosinas: dulces, cigarros, cerveza, Flores: cempazúchil (flor de muerto), crisantemo, flor de seda, lengüevaca, de raíz, flor de lechita (punupunú), etc. Basero: mirra, copal y estoraque.Vaso de agua: para los seres queridos porque vienen del largo viaje con sed.Tallo de plátano: para colocar las velas.


Todos estos preparativos son para ofrecerselos al familiar o amigo fallecido, los cuales son puestos en el altar, el cual, por lo general se elabora sobre una mesa de madera ornamentada con manteles, cortinas, juncia, velas, veladoras, papel de china picado o papel crepé en diversos colores (blanco y morado, de preferencia), sahumerio y estoraque, fotografías de familiares o artistas fallecidos, imágenes de santos, ya arreglado el altar se ponen los alimentos preparados con tal fin, todo esto es llevado la noche anterior al dia de muertos al panteon y se sirven en compañia de familiares y amigos del difunto, algunos en compañia de una Marimba o un Mariachi, mucha gente se retira del panteon ya entrada la mañana.


Segun la Tradicion los altares deben ser de tres escalones: el primero representa el Padre; el segundo, el Hijo; y el tercero, el Espíritu Santo.


¿Qué representan las velas?, Las cuatro velas que se colocan al pie del altar representan los cuatro puntos cardinales. La luz de las velas ilumina el camino de llegada y de regreso al más allá de las almas, para su eterno descanso. Las velas blancas representan cada una de las personas fallecidas; si son velas grandes, representan a una persona adulta (alma grande); si son velas chicas, representan a niños y jóvenes (alma chica). anteriormente el día primero de noviembre se reúnia la familia para velar las velas a partir de las seis de la tarde. Niños y adultos permanecian estáticos, callados, temerosos, se escuchaban unos gritos: ¡Calabacita tía!....¡Que dejo la almita tia, Que viva la tía!.....


Sin embargo la poca tradicion ancestral y cultural de nuestra region esta siendo vulnerada por los medios electronicos y por las instituciones encargadas de preservar nuestras tradiciones, ya que por un lado, los medios hacen un alarde publicitario y mercadologico del Hallowen, tradicion gringa, con fines comerciales y por el otro, las instituciones culturales, llamese, CONECULTA, Casas de la Cultura, Gobierno Municipales, etc, nada hacen, de manera profunda para la preservacion de este bagaje cultural, solo se dedican al cacaraqueo de actividades extra culturales, mencion a parte merecen los ayuntamientos de convertir a los panteones municipales en antros en los cuales se negocia con todo tipo de bebidas embriagantes, prostitutas y ahora hasta con diferentes tipos de sustancias sicotropicas, bueno en fin, acuden, a la maxima de "polvo eres y en Polvo te convertiras".........


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Villaflores......Tan rial

Villaflores......Tan rial
Mejor que nunca.........